
Hemos dejado en manos de Javier Lázaro la información sobre el Brexit. Nuestro mañico de cabecera, aficionado a la Historia, los coches y el fútbol. Y que, aunque lleve 8 años sufriendo con su Real Zaragoza en segunda división, nos ha prometido artículos de primera… regional por menos!
Seguro que muchos de vosotros lleváis un tiempo dándole vueltas a esto del Brexit. Incluso puede que en vuestros países de origen tengáis padres, madres, novios o novias que buscan aprovechar el tirón para llevaros de vuelta al nido.
Así que en este artículo, vamos a hacer un resumen de la situación actual y de lo que podemos esperar en un futuro cercano, si queremos continuar disfrutando del peinado de Boris Johnson y del fenomenal clima británico durante una temporada.

Brexit
por Javier Lázaro
Como probablemente habréis adivinado, el Brexit es el nombre coloquial que se ha dado a la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, ha sido miembro desde el 1 de Enero de 1973, hasta el 31 de Enero de 2020.
Aunque suene bastante loco, los británicos llevan dándole vueltas a esto de dejar la UE desde… que entraron en la Comunidad Económica Europa, conocida como CEE. En 1975, ya hubo un primer referéndum, cuyo resultado fue la permanencia.
Durante los 70 y 80, abandonar la UE era una petición de la izquierda. Pero a partir de los 90, fue la derecha la que comenzó a sentirse vilipendiada por estos inventos de mercados únicos y libres circulaciones…habrase visto! …excuse me?
Brexit, ¿de dónde vienes?
Una tarde de 1993, una cantidad indeterminada de british hasta arriba de gel hidroalcohólico decidieron fundar el UKIP, o “Partido Independentista del Reino Unido”. que, a la postre, sería absorbido por el “Partido del Referéndum” tras las elecciones de 1997. Para las del 99, asomaban la pinta con un 7% de los votos.
El partido del Referéndum no buscaba otra cosa que una consulta para salir de la UE. Finalmente, el Primer Ministro David Cameron accedió en 2015, por aquello de contentar a la facción anti europeísta. Y a las urnas que fueron el 23 de Junio de 2016.
Oh, for f*** sake!
Es lo que debió exclamar Mr. Cameron cuando el 51,9% de los votantes optó por salir de la UE contra su propio pronóstico y el del 48,1% restante. Como podéis apreciar en el gráfico, en esta decisión primó la opinión galesa e inglesa (con la salvedad de Londres) sobre la escocesa y norirlandesa que abogaban por el “remain”.

Al pobre Premier no le quedó otra que dimitir. Ya se había olvidado a su hija en un pub tiempo atrás y esta era la gota que colmaba el vaso.
A su exministra de interior, Theresa May, le tocó pasar al primer plano y hacerse cargo del paquete. Con bastantes problemas, incluso dentro de su partido, y sin llegar a demasiados acuerdos para orquestar la salida de la UE.
Hacía falta un showman para desbloquear la situación. Viendo que nadie se ponía de acuerdo ni en la receta del fish & chips apareció el hombre, el peacemaker, el ex alcalde de London. Boris Johnson, tras verse cuatro o cinco vídeos con discursos de Trump, decidió apoyar el cubata, ya vacío, en la encimera de su cocina , y disputar a la señora May el mando del partido. La pobre There acabó dimitiendo porque no la tomaba en serio ni la Guardia de Buckingham Palace… ni la de los hombres grises de Bruselas. El resto, es historia… o lo será.
Brexit, ¿acuerdo o no acuerdo?
Todo parecía más o menos montado, aplicado el artículo 50 del Tratado de la UE, el Reino Unido deja el club. Pero toda buena historia necesita de un buen giro de guion. Aquí es donde aparece nuestra querida Irlanda, tierra de enanos con sombrero y cerveza verde.
Por si no lo sabíais, la relación histórica entre Irlanda y UK no ha sido precisamente amigable, desde que Enrique VIII decidiese convertirla en “sucursal” inglesa.
Ya para 1800, el Reino Unido de aquel entonces (Inglaterra con Gales, y Escocia), a través de sobornos a los nobles irlandeses, anexionó el país.
Podríamos hablar durante otro artículo entero sobre este particular. Es probable que después de los insultos recibidos por el párrafo anterior, tendré que hacerlo.
Pero, resumiendo mucho, el pueblo irlandés (católico y oprimido), no se tomó demasiado bien esta nueva unión orquestada por los ingleses (anglicanos y opresores), que eran quienes movían los hilos del Reino Unido.
Acuerdo de Viernes Santo
Tras una cruenta guerra de Independencia de Irlanda contra Reino Unido (1919-1921) y una posterior guerra civil (1922-1923), se consiguió elaborar un texto constitucional en 1937. Pero los problemas de Irlanda enraizaban en la religión. En el norte de la isla se concentró una mayoría protestante y partidaria de mantener lazos con Reino Unido, junto a una minoría nacionalista y católica en concordancia con el centro y sur de la isla.
El 8 de Octubre de 1968, una intervención policial durante una protesta que buscaba asegurar los derechos civiles de la minoría católica de Irlanda del Norte, prendió la mecha de lo que vendría después: tres décadas de violencia, terrorismo, intervenciones militares británicas y cientos de muertes.
Tras varios intentos de alto el fuego fallidos, finalmente fue el “Good Friday Agreement” o “Acuerdo de Viernes Santo”, el que el 10 de Abril de 1998 pondría fin al conflicto. El acuerdo fue llevado a referéndum tanto en Irlanda del Norte, como en la República de Irlanda. Fue aceptado en ambos países, aunque con mucho más margen en el caso de Irlanda del Norte. Esto traerá muchos cambios importantes y será el germen del marco actual.
Irlanda, ¿frontera o no?
Y ahora pegamos un golpe de timón y volvemos al tema que nos ocupa: una de las disposiciones principales de este acuerdo de Viernes Santo fue la abolición de la llamada “Ley de Gobierno de Irlanda”, que databa de 1920. “Partía” Irlanda en dos para crear una frontera entre el Ulster (norte de la Isla), y el resto del país.
Salir de la Unión Europea es activar las fronteras de nuevo, es decir, volver a la época del Charlestón y el Art Decó. La estabilidad creada en Irlanda con la eliminación de fronteras interiores, así como exteriores con el resto de la Unión, pone en riesgo el Brexit negociado.
Así, uno de los más importantes tratados de paz del siglo XX se convierte en un gran problema 22 años después. Y me diréis…, pero, ¿cómo es posible que un acuerdo de paz se acabe convirtiendo en un quilombo diplomático?
Bueno, cómo ya os he comentado antes, nuestros buenos amigos brexiteers no quieren un mercado común, ni una libre circulación de personas, pero la República de Irlanda sigue perteneciendo a la Unión Europea, y al no haber fronteras con Irlanda del Norte (Reino Unido), tenemos la típica situación por la cual se nos escapa el gato por la gatera.

Albañiles Boris S.L.
Probablemente muchos hayáis visto ya el paralelismo con otro pequeño país de soberanía británica donde abundan los monos poseedores de un Iphone 12.
Exacto, hablo de Gibraltar (que por cierto también votó mayoritariamente contra el Brexit). Pensad en toda la gente que cruza desde y hacia España por motivos laborales a diario.
Entonces dime Boris: Levantamos estos muros… ¿otra vez? Y así seguimos, entre conversaciones, mascarillas y videollamadas, buscando una solución que permita mantener los dictados del acuerdo de paz o la libre circulación de trabajadores y a la vez asegurar al Sr. Johnson que jamás se encontrará en el glorioso Reino Unido un fish & chips a base de salmonete de roca murciano que no haya pagado aduana.
Perfecto, ¿me voy o me expulsan?
La primera palabra que se me viene a la cabeza es… “calma”. El Brexit no es el fin del mundo y, a día de hoy, no parece que entre las intenciones del gobierno esté la de patear our foreign asses.
Aunque Boris carezca completamente de asesoramiento capilar, es muy probable que esté algo más asistido en temas políticos, y a la vista de la cantidad de extranjeros que trabajan y cotizan en el país, una expulsión a las bravas sería un auténtico suicidio socioeconómico.
Para aquellos de vosotros con nacionalidad o con familiares directos de cualquier país de la Unión Europea además de Suiza, Islandia y Noruega, la hoja de ruta es bastante clara.

Settlement Scheme
Hasta el 30 de Junio de 2021, tenéis tiempo para inscribiros en el EU Settlement Scheme, siempre que hayáis residido en el Reino Unido desde antes del 31 de Diciembre de 2020.
- Para presentar la solicitud, lo más fácil es usar la app “EU Exit ID Document Check”, la cual te lleva paso a paso por todo el proceso.
- Si alguno de vosotros no tenéis móvil con Android o Apple Store, en la página de www.gov.co.uk, sección “Home Office” podéis pedir cita para hacerlo de forma presencial, pero gracias al tito COVID, es imprescindible que la paciencia sea una de vuestras virtudes más reconocidas. La tercera opción es introducir vuestros datos en la misma web y sección (Home Office), pero posteriormente tendréis que enviarles el pasaporte o documento de identidad por correo para que verifiquen vuestra identidad.
Dependiendo del tiempo acreditado que llevéis viviendo en UK, a los pocos días deberíais recibir bien
- el “Pre-Settled Status” (menos de 5 años en UK)
- o “Settled Status” (Al menos 6 meses al año durante 5 años seguidos).
Si queréis pasar una temporada viajando por el mundo, o en vuestros respectivos países, no perderéis el estatus si pasáis hasta 2 años fuera (Pre-Settled) o 5 años fuera (Settled).
A mí, qué. La UE?
Para todos aquellos procedentes de países ajenos a la Unión Europea, todo sigue exactamente igual que antes. Los permisos de residencia se siguen renovando cada 5 años a través de la Home Office y con la acreditación de trabajo o estudio en Reino Unido, así como para familiares directos de ciudadanos de la EEA (ya sabéis, la Unión Europea con Suiza, Islandia y Noruega).
Para ambos casos, siempre podéis confiar en la web del gobierno, www.gov.co.uk, y en los consulados y embajadas de vuestros respectivos países, así que…”Happy days”!!!
Y dicho todo esto, espero que el rollazo os haya servido para despejar alguna que otra duda. Cualquier otra pregunta o inquietud es bienvenida!!
Dentro de poco hablaremos de la situación que podemos esperar tras ese 30 de Junio de 2021, y de cómo podemos esperar que nuestras vidas vayan evolucionando dentro de este Reino que cada día parece Menos Unido. Abrazos y hasta pronto!!