EURO 2020 Selección de fútbol de Escocia

En este artículo, vamos a repasar la trayectoria de nuestra selección de Escocia de fútbol por esas competiciones internacionales, y a entender el porqué de la importancia de la reciente clasificación para la Euro 2020, (a celebrar en 2021).

¿Cuál será el papel de una de las selecciones más queridas pero desafortunadas del mundo, en la Eurocopa más extraña de la historia? Todavía es una incógnita, pero la fiesta está asegurada, ya que como seguramente muchos de vosotros ya sabéis… “No Scotland, no Party!!”

Una historia llena de tragedias, muertes y algunas alegrías. Todas ellas celebradas con cerveza, whisky y música. Una historia que se hará más grande en la UEFA EURO 2020. Yes, sir, I can Boogie.

1947, el partido del siglo

¡Hoy se celebra el partido del siglo! Es 10 de Mayo de 1947, y 135.000 personas cantan antes del pitido inicial en Hampden Park, Glasgow. Por un lado, vistiendo camiseta azul y pantalón blanco, en homenaje a su miembro anfitrión, la selección de Gran Bretaña; por el otro, un combinado de jugadores del resto de Europa.

El motivo del encuentro, la reentrada de las cuatro federaciones británicas bajo el paraguas de la FIFA, tras los desencuentros narrados en la primera parte del artículo, así como el consiguiente “impasse” que provocó la segunda guerra mundial.

La victoria cayó claramente del lado british, comandado por el entrenador inglés Walter Winterbottom. El marcador final reflejó un aplastante 6-1 y sirvió como pistoletazo de salida para que las 4 selecciones británicas compitiesen de nuevo en las máximas competiciones futbolísticas del planeta.

Brasil, 1950

El primer campeonato mundial de fútbol para el que la selección de Escocia fue candidata se celebró en 1950 en Brasil. La FIFA recomendó por aquel entonces que viajasen al mundial las dos selecciones que disputasen la final del Campeonato Británico de Naciones.

La Federación escocesa, en un alarde de orgullo patrio, decidió que sólo irían al mundial en caso de quedar primeros. Cierto es que Escocia en aquel año estaba siendo de largo el mejor equipo de las islas, pero el destino querría que, en el último y definitivo partido del torneo británico, Inglaterra venciese 0-1 contra todo pronóstico. Escocia terminó segunda.

Después de muchas discusiones internas e innumerables protestas de jugadores y aficionados, la Federación escocesa, decidió ser consecuente con su palabra y no acudir al mundial, en uno de los mejores momentos de los Scots.

Suiza, 1954

Para el siguiente campeonato mundial, la FIFA volvió a recomendar la asistencia de las dos mejores selecciones en el Campeonato Británico. La selección escocesa, tras el fiasco de no acudir al anterior mundial, había experimentado un importante descenso de nivel, y los ingleses, e incluso los galeses, estaban por encima en prestaciones futbolísticas.

La federación escocesa evitó hacer comunicados y/o promesas habida cuenta de cómo había ido la cosa anteriormente.  Pero aún así, el equipo se las ingenió para quedar segundo en el campeonato local y ganarse el billete a la primera Copa del Mundo de su Historia.

Semejante hito merecía una celebración a la altura, y el país entero vibró con la ocasión. Durante las semanas previas a la celebración del mundial, tanto a los aficionados como a los jugadores se les hacía de día de jueves a domingo con la pinta en la mano, y la preparación para la gran cita dejó bastante que desear.

De los 22 jugadores que debían acudir por cada equipo, sólo viajaron 13. El resto de plazas se rellenó con directivos de la federación y esposas con ganas de balneario suizo. Tras el primer partido y derrota contra la débil Austria por 0-1, dimitió el seleccionador Andy Beattie, declarándose impotente para manejar a los 13 cracks que le habían enviado. En el segundo y a la postre último partido, esperaba la vigente campeona del mundo, Uruguay.

Finalmente, no sólo los directivos recibieron su baño y masaje en los balnearios suizos, también los jugadores se llevaron un 0-7 y la pastilla de jabón y el albornoz de vuelta a casa.

6 de febrero de 1958

Con semejante ridículo en el mundial, la federación escocesa decidió tomar cartas en el asunto y preparar de mejor manera la competición de 1958 en Suecia. Se reforzó el staff técnico, se impusieron entrenamientos programados y concentraciones durante los meses previos al evento, y se contrató al entrenador del Manchester United, Matt Busby, para hacerse cargo del equipo. Todo estaba preparado para que por fin, Escocia jugase un gran papel en las competiciones internacionales, pero todo se torció el 6 de Febrero de 1958 en Múnich.

Después de empatar en Belgrado contra el Estrella Roja en cuartos de final de la Copa de Europa, el Manchester United volaba de vuelta a Inglaterra. Tras realizar una parada para repostar en la ciudad bávara, el capitán James Thain reportó problemas en los motores, que junto a las condiciones climáticas y el hielo de la pista le llevaron a cancelar dos intentos de despegue.

Tras las respectivas comprobaciones, pasadas las 3 de la tarde, se procedió al despegue. Desgraciadamente, cuando el avión ganaba altura en el extremo final de la pista, el aparato se encontró de bruces con un banco de aguanieve que lo frenó y terminó estrellándose contra una casa abandonada colindante al aeropuerto.

23 personas murieron, y las 21 restantes quedaron gravemente heridas, aunque lograron sobrevivir. Uno de éstos últimos era su míster, Matt Busby, el elegido para llevar las riendas de la selección de Escocia ese verano de 1958 en el mundial. Tuvo que ser sustituido por Dawson Walker.

Os dejamos la página de homenaje a las víctimas de la tragedia. https://munich58.co.uk/

1958, Suecia

El combinado escocés, creado según las directrices y los sistemas del fallecido Busby, tuvo que rehacerse mental y tácticamente a pocas semanas de la cita mundialista. En clave descendente, fue eliminado en primera ronda tras un empate contra Yugoslavia y sendas derrotas contra Paraguay y Francia.

La Selección escocesa tardaría en levantarse de este golpe, traducido en una larga ausencia de los mundiales que abarcará toda la década de los 60.

1967, campeones del mundo

Una famosa efeméride durante esta década sesentera huérfana de mundiales sería la victoria por 2-3 que Escocia infligió a Inglaterra el 15 de Abril de 1967 durante la clasificatoria para la Eurocopa de Naciones de 1968 en el estadio londinense de Wembley.

Lo más destacable, ya que Escocia no logró a la postre clasificarse para la fase final del torneo, fue que Inglaterra había ganado un año antes la Copa del Mundo en ese mismo estadio contra Alemania Federal!

Los escoceses se autoproclamaron campeones del mundo oficiosos y una vez más, la fiesta inundó las principales ciudades del país. Ante la inminente amenaza de quedarse sin componente etílico para seguir festejando la victoria sobre los ingleses, se destiló un whisky para la ocasión, cuya imagen os dejo más abajo.

Alemania, 1974

Por fin, ya en 1974 el combinado Scot se clasificó para el Mundial a celebrar en la República Federal Alemana, cuajando un serio torneo y ¡quedando invicta!

Desgraciadamente tras la victoria 2-0 sobre Zaire, sólo se pudo empatar a 0 contra Yugoslavia y a 1 contra Brasil. Especialmente disputado pese al resultado fue el encuentro contra los balcánicos. Escocia dispuso de infinidad de ocasiones que a la postre le habrían dado el pase a octavos. Desgraciadamente, la diferencia de goles dejó fuera a los chicos de Willie Ormond. Aunque les queda el honor de que, a día de hoy, su paso por los mundiales sigue siendo el mejor de la historia escocesa.

Argentina, 1978

Una vez más, volaron las expectativas para el siguiente mundial. Escocia ganó de nuevo a Inglaterra en Wembley para alzarse con el campeonato británico y asegurarse el paso al mundial de Argentina 78 como primera selección británica.

El hype era altísimo y la afición incluso despidió masivamente al equipo tanto en Hampden Park como en el aeropuerto de Prestwick en Glasgow. Como anécdota, algunos jugadores de aquella selección contaron que en su discurso de presentación, su nuevo entrenador para preparar la cita les dijo textualmente: “Buenos días caballeros, mi nombre es Ally McLeod, y soy un ganador”. Incluso cuentan las crónicas que cuando un periodista le preguntó a McLeod qué haría tras la copa del mundo, este le respondió: “Defenderla”.

La cara del aficionado medio escocés debió de ser un poema cuando en el partido del debut contra una infravalorada Perú, perdieron por un contundente 1-3.

En el segundo partido empataron a 1 contra Irán con un juego excesivamente plano y horizontal, sin apenas ocasiones; y llegaron al tercer partido de la eliminatoria aún con opciones, pero necesitaban vencer a la todopoderosa Holanda por 3 o más goles para sellar el pase.

Escocia finalmente sacó su orgullo y el juego que le había dado el billete al mundial, pero desgraciadamente se quedaron a las puertas, al lograr vencer a Holanda, quien a la postre sería finalista del torneo, por 3 goles a 2.

Por cierto, el tercer gol escocés, obra de Archie Gemmill, está catalogado por la FIFA como el séptimo mejor tanto de toda la historia de los mundiales. La diferencia de goles dejó fuera a la selección y a un tocado Ally McLeod que dimitiría poco tiempo después.

Los 80, Jock John Stein

Los 80 fue una época convulsa y de grandes nombres y efemérides tanto en Escocia como en el fútbol en general. Tras la dimisión de Ally McLeod, la federación decidió contratar a un entrenador de reconocido éxito. Se buscaba a alguien de trato cercano, y a poder ser que hubiese trabajado ya con el grueso de los jugadores, a fin de hacer que los conceptos competitivos y tácticos estuviesen claros desde un primer momento. El elegido no podía ser otro que Jock Stein, vencedor de 9 ligas consecutivas y la Copa de Europa de clubes con el Celtic de Glasgow.

Las cosas no comenzaron del todo bien. Stein había traído más jugadores de la liga escocesa a la selección, en vez de continuar con un equipo formado casi en su totalidad por jugadores afincados en Inglaterra. El nuevo entrenador cambió por completo el juego directo de banda y contraataque de McLeod por un juego de toque y posesión. La necesaria adaptación tuvo como consecuencia la no clasificación del conjunto escocés para la Euro 1980 y una lluvia de críticas sobre la figura del entrenador, que estuvieron a punto de costarle el puesto.

España, 1982

No obstante, poco a poco, las piezas fueron encajando y la selección de Escocia de fútbol se clasificó para el mundial de España 82, desde un grupo donde había equipos de la talla de Portugal o Suecia (ambas quedaron fuera), perdiendo sólo un partido contra los lusos.

Las cosas pintaban bien en materia de juego, pese a verse enclavados en un grupo literalmente asesino. Tras una contundente victoria por 5-2 contra el único rival asequible, Nueva Zelanda, Escocia fue vapuleada 4-1 por la poderosa Brasil de Zico, y sólo pudo empatar 1-1 contra otro coco, la Unión Soviética que acabó líder de grupo. Una vez más, a igualdad de puntos con Brasil, Escocia se quedó fuera, pero con un gran sabor de boca.

México, 1986

El equipo a los mandos de Jock Stein continuó a buen ritmo durante las siguientes temporadas hasta llegar al último partido de la clasificatoria para el mundial de México 86. Escocia llegaba primera de Grupo con 6 puntos, los mismos que Gales aunque con mayor diferencia de goles. Por detrás España, tercera con 5 puntos, se tendría que medir dos semanas después a la débil Islandia, que cerraba el grupo con 2 puntos, ya eliminada.

Todo el mundo daba por hecho que España ganaría a Islandia y terminaría el grupo primera con 8 puntos, como así ocurriría. La victoria española convertía este Gales-Escocia en vital para la clasificación.

El encuentro se jugó el 10 de Septiembre de 1985 en el Ninian Park de Cardiff, Gales. El partido comenzó mal para Escocia, con un gol de Mark Hughes que mantuvo a los galeses por delante en el marcador hasta el minuto 81, cuando se pitó un penalti a favor de Escocia, convertido por Davie Cooper en el definitivo 1-1.

Al acabar el partido, por la habitualmente maldita diferencia de goles, los escoceses sabían que dependiendo de lo que hiciera España quedarían como mínimo segundos de grupo con 7 puntos. Al ser el segundo clasificado de grupo con menor puntuación y peor diferencia de goles, serían enviados a la repesca internacional contra Australia. Y estar en la repesca es un éxito.

Muerte y dolor

Era una repesca, podría sonar a fracaso. Sin embargo los jugadores de la  selección de Escocia de fútbol  y todo el pueblo escocés estalló de júbilo durante las celebraciones minutos después del partido.

El entrenador, Jock Stein, se sintió indispuesto y fue trasladado a la enfermería. En el propio estadio, tras sufrir un edema pulmonar, el entrenador Jock Stein perdería la vida. Más tarde se supo que Stein, que sufría del corazón, había dejado su medicación semanas antes para evitar que interfiriese en la preparación del vital partido contra Gales. Un partido que acabó como nadie había imaginado.

La selección de Escocia de fútbol quedó rota de dolor sin su líder a las puertas de la repesca contra Australia. El ayudante de Jock, un tal… Alex Ferguson, se hizo cargo de la plantilla y consiguió un 2-0 en Glasgow, que sumado al 0-0 en Australia daría a Escocia el pase al mundial más amargo de su historia. 

Con un empate a cero ante una Uruguay con 10 jugadores desde el segundo 35, y sendas derrotas por 1-0 con Dinamarca y 2-1 contra la República Federal Alemana. Escocia quedó fuera a las primeras de cambio. El equipo estaba con la mente y el corazón a muchas millas del terreno de juego. La rápida eliminación supuso la salida del interino Alex Ferguson, y Andy Roxburgh fue contratado como entrenador permanente.

Italia, 1990

El quinto mundial consecutivo para Escocia fue el de Italia 1990, una vez más enclavados en un grupo difícil. La inesperada derrota por 1-0 contra Costa Rica mermó las posibilidades scots. Pese a vencer 2-1 a Suecia, quedaron eliminados al jugarse el pase contra Brasil en el último encuentro y caer por 1-0.

2 años después, de forma completamente inesperada, el equipo se clasificó para la primera Eurocopa de su historia, la de Suecia 1992. Otro grupo de la muerte, junto a Alemania, Holanda y la Confederación de Estados Independientes (el equipo resultante de la complicada situación de los Balcanes), dejó fuera a los escoceses en primera ronda.

Escocia no logró el pase para el mundial de Estados Unidos 1994. Pero sí para el de Francia 1998, aunque con dos derrotas ante Brasil y Marruecos, y un empate ante Noruega. La selección de Escocia de fútbol firmó su peor actuación en su historia mundialista. Y desde este momento, ponemos el reloj a contar.

Euro 2021, Glasgow

Aquella última derrota 0-3 contra Marruecos, el 23 de Junio de 1998 en el Stade Geoffroy Guichard de Saint Ettiene, fue hasta el día de hoy, la última vez que la selección de Escocia formó en un gran torneo internacional. Ni en uno sólo de los consiguientes 5 mundiales y 5 Eurocopas pudo participar el combinado Saltire.

Por eso, cuando el 12 de Noviembre de 2020, tras más de 22 años de sequía, el veterano guardameta David Marshall detuvo el último y definitivo lanzamiento de la tanda de penaltis contra Serbia…todo un país se levantó de sus asientos al asegurarse el pase en la repesca para la Euro 2020, a celebrar en 2021.

Toda Escocia

Si quieres conocer la historia de la selección de Escocia de fútbol desde sus orígenes, Javier Lázaro te lo cuenta.

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Y si quieres participar en el evento de la Eurocopa en Glasgow, aquí tienes el enlace.

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