Muertos, brujas, momias y todo tipo de terroríficas, espeluznantes y aterradoras criaturas están frotándose las manos ante el gran fiestón que se van a pegar en la que es, sin duda, su noche favorita: Halloween. Esta festividad americana está a la vuelta de la esquina y, por si acaso a alguien se le había olvidado, seguro que los comercios se lo han recordado. Ahora bien, ¿cuál es el origen de Halloween?
Quizá uno de los datos más curiosos es que Halloween no es una fiesta tan americana como generalmente se piensa. En realidad, el origen de Halloween se debe a una amalgama de diversas tradiciones culturales. Entre ellas, la cultura celta. Es por ello que en TodaEscocia.com hemos querido explicaros por qué y cómo se celebraba en estas frías tierras la que era una de las festividades más importantes del mundo celta. ¡Sigue leyendo, que esto se pone interesante!
Samhain: el Halloween de antaño
Cuando hablamos de celtas, nos referimos a un conglomerado de pueblos repartidos por diferentes partes de lo que hoy es Europa: en las islas británicas, Francia, Alemania, España, Portugal… Desafortunadamente, la cultura celta no es tan conocida como nos gustaría porque las fuentes de las que se dispone son escasas y poco precisas. Esto se debe, en gran parte, a que los celtas transmitían sus tradiciones y conocimientos de manera oral, perdiéndose con el paso del tiempo.

Lo que sí sabemos es que celebraban, entre finales de octubre y principios de noviembre, una festividad que llamaban Samhain. El objetivo era conmemorar el final de la temporada de cosechas y prepararse para la llegada del invierno.
¿Y todo esto es importante?, os preguntaréis. Sí, mucho. Porque Samhain era la fiesta que marcaba el inicio del año nuevo celta. Literalmente significa, en gaélico, “fin del verano”. Y es en Samhain donde encontramos el origen de Halloween.
En Escocia, Irlanda o Galicia en España, la celebración de Samhain (Samaín en Galicia) ha resistido mejor el paso del tiempo. Hay que tener en cuenta que son lugares donde el proceso de romanización y cristianización no fue sencillo, facilitando que las tradiciones celtas no fueran totalmente borradas.
Entonces, ¿qué parecido tiene una fiesta para conmemorar el fin de las cosechas con el origen de Halloween?
Que Halloween es la noche de los muertos, lo sabemos todos. Pero lo que quizá no se sepa tanto es que los celtas creían que, durante Samhain, los espíritus regresaban del más allá para mezclarse con los vivos. Como lo lees. Eso ya sí que nos recuerda más a Halloween, ¿verdad?
No olvidemos que para los celtas Samhain marcaba el inicio de un nuevo año: nos adentramos en una estación en la que los días cada vez son más cortos, sumiéndonos en la oscuridad. Por ello, en la noche de Samhain se tenía la certeza de que la línea invisible que separa el mundo de los vivos del de los muertos se difuminaba hasta desaparecer, permitiendo que los antepasados y todo tipo de espíritus acampasen a sus anchas entre los vivos.

Utilizar máscaras y túnicas para disfrazarse de animales o monstruos era muy habitual en estas fechas. Se cree que, al hacer esto, los celtas ocultaban su identidad para despistar a los malos espíritus y evitar así ser poseídos. Como podéis ver, ni siquiera lo de disfrazarse es algo reciente. ¡Pero no sólo eso! A día de hoy, si pensamos en Halloween, seguramente visualicemos calabazas iluminadas. Los celtas no utilizaban calabazas, pero sí nabos u otras verduras. Lo que hacían era ahuecarlos, tallarlos e iluminarlos con velas en un intento de indicar el camino correcto a los buenos espíritus, o bien disuadir a los malos de entrar.

El avance del cristianismo, el ocaso de Samhain
La expansión y posterior consolidación del cristianismo conllevó, en muchas ocasiones, a una dura persecución y represión de todo lo que fuese pagano con el objetivo de eliminarlo o, por lo menos, asimilarlo para dotarlo de un significado cristiano. De esta manera, alrededor del siglo V, en las fechas en las que tradicionalmente los celtas celebraban Samhain, se empezó a celebrar en el mundo cristiano lo que se llamaba All Hallow Even (víspera de todos los Santos). Con el paso del tiempo, All Hallow Even se acortó hasta quedar en la palabra que hoy en día conocemos: Halloween.
La celebración cristiana de All Hallow Even no tenía ninguna relación con las cosechas como sucedía en Samhain, sino que se rendía homenaje a todos los santos y los espíritus de los difuntos. Entonces, ¿por qué los cristianos decidieron celebrarlo en las mismas fechas? Lo cierto es que fueron muy listos con esta jugada: al establecer una celebración cristiana en las mismas fechas que Samhain, unido a la persecución que sufrieron las celebraciones celtas por considerarlas heréticas, provocó que Samhain fuese desapareciendo poco a poco de muchos lugares.
No obstante y por fortuna, lugares como Escocia e Irlanda fueron muy difíciles de dominar, lo que permitió que Samhain sobreviviese al paso de los siglos hasta nuestros días.
¿Qué tiene que ver EE.UU en todo esto?

Lo que sí es cierto es que fue en EE.UU donde la festividad de Halloween adquirió las características y costumbres que conocemos hoy en día. Esto se debe en gran parte a que, durante el siglo XIX, en Irlanda tuvo lugar una crisis económica brutal: es lo que se conoce como la Gran Hambruna Irlandesa. Esta terrible situación fue lo que empujó a muchos irlandeses a buscar nuevas oportunidades de vida al otro lado del charco. Pero no sólo irlandeses, pues también un número importante de escoceses llegó a tierras norteamericanas.
Fueron todos ellos quienes dieron a conocer la festividad de Halloween a los americanos, donde terminó siendo completamente acogida y asimilada. Es más, fue en EE.UU donde comenzaron a utilizarse calabazas en lugar de nabos, pues eran mucho más fáciles de conseguir en esas tierras y también más rápidas de ahuecar y tallar.
Y si quieres saber cómo fue la vida de las brujas, Luis Miguel Revenga nos lo cuenta con datos en su artículo sobre la Brujería en Escocia.