Laura Medina nos contó su llegada a Edimburgo en New Town Girl. Ahora escribe sobre su vuelta a Canarias. Raúl Pareja-Rueda se fue de vacaciones a España, escribe sobre volver a Edimburgo y quedarse. ¿Volver o quedarse?
Lali Manila dibuja Corazón. Un corazón que deja paso a un avión y a su sombra. Porque entre él y su sombra está la vida. En un trayecto, hay tiempo para hablar de quedarse y de volver.
¿Cuántas veces te has planteado el retorno a tu país de origen?
La respuesta a esa cuestión siempre ha estado impregnada por un sabor agridulce. La parte dulce de regresar al hogar, de reconectar con tus raíces, de reencontrarte con la familia y amigos. El agrio de observar el abismo del retorno, una situación que desequilibra tan solo de imaginarla.
¿Será todo igual a cuándo te fuiste?
Siento decirte que, de hecho, nada será igual. Pasarás lo que se conoce como choque cultural inverso y seguro que tendrás que convivir por un tiempo con sentimientos encontrados. Te preguntarás una y otra vez si has tomado la decisión adecuada y enfrentarás oleadas de nostalgia irremediable. Nadie te dijo que salir de tu zona de confort fuera fácil.
El paso del tiempo
Al regresar a casa tendrás que lidiar con los efectos del transcurso de los años. Tú has crecido y eso seguro que se nota en tu madurez y en tu aspecto físico (quizás ya empiezas a peinar canas). Sin embargo, no eres el único que ha cambiado. Tus padres y abuelos (si aún tienes la suerte de tenerlos vivos) habrán empezado a sentir los achaques de la edad.
Esto es, quizás, lo más doloroso de gestionar, pero ya que estás de vuelta aprovecha el tiempo perdido. Disfruta de su compañía y ayúdalos a gestionar esta nueva etapa. ¡Recupera el tiempo con los tuyos!
Las amistades
Si te caracterizas por saber cuidar a tus amigos y has mantenido en buena forma tus relaciones durante tu ausencia, seguro que tus amigos estarán junto a ti en esta nueva etapa. No obstante, también los años han pasado para ellos y es posible que las responsabilidades aprieten (quizás algunos de la pandilla ya estén cambiando pañales) y no tengan tanto tiempo disponible.
No te sientas decepcionado, simplemente acepta que la adultez conlleva este tipo de cambios. Aprovecha la oportunidad para ampliar tu círculo de amigos y por supuesto, continúa fortaleciendo tus antiguas relaciones desde una perspectiva más adulta.
Re-enamórate de tu región
Probablemente cuando recalaste en tu país de acogida te emocionaba descubrirlo. Era alucinante hallar localizaciones diferentes a las de tu país. ¿Por qué no redescubrir tu lugar de origen?
Seguro que durante tu estancia fuera se han creado nuevos negocios, restaurantes, cafeterías… Tal vez, aún tienes pendiente visitar algún lugar de tu región adonde siempre quisiste ir y nunca fuiste. ¡Vuelve a enamorarte de tu tierra!
En busca de trabajo
Sí, sí, sé que la situación laboral – especialmente con la crisis del Covid- no es la más halagüeña. Si a esto sumamos que las condiciones laborales en Reino Unido suelen ser mucho más favorables, puede que al volver surja la frustración.
Mi consejo es que no te agobies con esto. Si algo nos ha enseñado haber estado en el extranjero es a convertirnos en auténticos supervivientes. Ahora es fundamental que no tengas miedo a buscar un puesto acorde a tu experiencia adquirida en este tiempo. Sobre todo, no te cortes en expresar tus inquietudes profesionales y aspiraciones económicas.
Regresar al nido
Retornar, en ocasiones, implica regresar a la casa familiar y esto, a veces, puede resultar una pérdida de independencia. En cierta medida lo es, pero también se puede ver como un nuevo desafío que afrontar.
¡Ábrete emocionalmente con tu familia! Exprésales tus miedos ante esta circunstancia y seguro que te apoyarán y respetarán tu espacio. Además, en ningún lugar te ofrecerán tanto cariño como en casa. ¡La comida de mamá siempre será un plus añadido!
El papeleo necesario
La burocracia y el papeleo es un trámite con el que lidiar cuando decides volver. Sin duda es lo más tedioso, pero necesario para despegar hacia tu destino.
Mi consejo es que te tomes el tiempo necesario y que apuntes en un listado las gestiones imprescindibles antes de partir. Las chicas de Precaria en Edimburgo te explican todo lo que necesitas para tu vuelta.
La despedida
Si has estado una larga temporada en el extranjero tendrás que cortar las raíces que has echado y eso nunca fue tarea fácil, ni agradable.
No obstante, recuerda que el contexto tecnológico hará que esta parte sea más llevadera. ‘Tu familia extranjera’ siempre estará ahí de una u otra manera y la comunicación será tu mayor aliada.
Una vuelta forzada
No siempre uno puede elegir en la vida, a veces el destino decide por ti. He tenido que abandonar Edimburgo de forma precipitada y sin haberlo planificado. Este año 2020 ha sido duro para todos y esto ha sido también un acontecimiento que me ha descolocado.
Después de tres meses en casa, estoy en pleno proceso de adaptación. Las subidas y bajadas emocionales se sienten cada día, pero también sé que el aprendizaje de este período me está permitiendo afrontar la situación con la madurez oportuna. Intento asumirlo, a pesar de que he tenido que saltarme un paso importante: la despedida de la que fue mi casa y mi familia durante más de cuatro años. Quizás es lo mejor para así sentir que Escocia siempre me esperará con los brazos abiertos…
¿Cuántas veces no te has planteado el retorno a tu país de origen?
La respuesta a esa cuestión siempre ha estado impregnada por un sabor agridulce. La parte dulce de regresar al hogar, de que todo sea un poco más sencillo, de sentirte protegido. La parte agria es saber que casa es menos casa y que hogar es un lugar que tiene muchas puertas.
¿Sigue todo igual?
Siento decirte que, de hecho, nada será igual. Vas a pasar por el efecto de que el mundo no se detiene porque llegues tú. Y de que el tiempo no es suficiente para compartir con los que quieres. Ponerse al día, buscar un momento para cada uno, buscar un momento para ti mismo.
El paso del tiempo
Comprende que tu familia y amigos tienen su vida. Una vida en la que tú, ya no formas parte del día a día. Y te das cuenta de que antes, tampoco vivías esa cotidianidad con todos. De que antes de irte a otro país, quedabas con tus amigos cuando podías, con tu familia cuando podías y hacías las cosas que podías cuando podías.
Y te recuerda el paso del tiempo y que te quedan menos días para volver. Así que celebras el paso del tiempo con cada persona y hablas del paso del tiempo y del tiempo por venir.
Y te das cuenta que te has hecho mayor, como todos. La magia de la distancia y el cerebro te habían engañado.
Las amistades
Están siempre están. Los de aquí y los de allí. Y siempre estarán.
Enamórate de tu región
Aprovecha para tomar el sol, visitar un museo, ir a un concierto de tu grupo favorito de la infancia.. Descubre cómo ha cambiado todo. Siente la añoranza de las cosas que estaban y ya no están.
En busca del pasado
Cualquier tiempo pasado fue mejor. O eso pensabas. Tienes recuerdos que usar. Tienes cosas que nunca han cambiado y que crees que no cambiarán. El pasado siempre vuelve.
Regresar al nido
Y vuelves a comer a la hora que se come. La habitación de tu infancia es un despacho o un trastero. Eso marca si te esperan o ya saben que no volverás. Pero que agustito es sentirse como un niño en casa de tus padres. Y, como te habías olvidado, de que tu padre y tu madre siempre tienen algo que decirte. Vuelves a escuchar las mismas cosas que te decían con siete años porque eso también es volver. Y quedarse es perder todo eso.
Hacer lo necesario
La burocracia, los compromisos, lo necesario te quita las ganas de volver. Cuando vuelves a casa, siempre hay cosas por hacer. Pero, no te preocupes. Te quedan pocos días de vacaciones y hay cosas que no vas a poder solucionar en este viaje. Ya volverás, cuando vuelvas.
La despedida
Llega el peor momento. El peor momento de todos. Si has discutido con tu hermano, te vas con el remordimiento. Tu madre está tan nerviosa como cuando te preparaba la mochila del colegio un día de excursión. Y todo se hace más difícil.
Una vuelta forzada
No siempre uno puede elegir en la vida, a veces el destino decide por ti. Tu padre dice esas últimas palabras. Palabras que son mentiras. Si dice: “en Escocia estás bien”, es porque sabe que tú estás bien en Escocia. Si dice: “ojalá, volvieras”, es porque sabes que para él Tu casa es tu casa.
Después de más de nueve meses sin verlos, en este 2020 del Covid, volver es doloroso. Volver es dejarlos. Volver es saber que Tu casa es tu casa y es una casa con muchas puertas. Las subidas y bajadas emocionales se sienten cada día. Intento asumirlo, aunque cada día pienso que quizá ese día puede que sea el último día para estar con ellos. Mi familia, mis amigos, mi vida en España. Quizás es lo mejor, para así sentir que España siempre me esperará con los brazos abiertos…